Carga glucémica
Allulose StoreCarga glucémica (CG)
Los carbohidratos con un índice glucémico (IG) y una carga glucémica (CG) bajos dan lugar a un aumento más lento y gradual de los niveles de azúcar en sangre, como se ilustra en la figura anterior.
Los alimentos con diferentes valores de IG y CG afectan a los niveles de azúcar en sangre y de insulina a lo largo del tiempo.
El índice glucémico refleja la rapidez con la que un alimento eleva los niveles de azúcar en sangre, mientras que la carga glucémica (CG) tiene en cuenta tanto la calidad (IG) como la cantidad de carbohidratos, dando una imagen más completa de su efecto.
Los alimentos con un IG alto (≥70) y una CG alta (≥20), mostrados por la curva roja, provocan un aumento repentino en los niveles de azúcar en sangre, que alcanza un pico aproximadamente 30 minutos después del consumo.
Este aumento rápido desencadena una respuesta significativa de insulina, que luego reduce rápidamente los niveles de glucosa, a menudo por debajo del valor inicial, lo que puede causar hipoglucemia reactiva:

Esta “montaña rusa” del azúcar en sangre es común con los carbohidratos refinados o procesados que se absorben rápidamente.
Los alimentos con un IG medio (56-69) y una CG media (11-19), mostrados por la curva amarilla (Figura 1), producen un aumento más moderado de los niveles de glucosa e insulina, con un pico más bajo y un retorno más lento al valor inicial.
Esta respuesta intermedia es típica de los alimentos con una composición equilibrada de carbohidratos, que proporcionan un aporte sostenido de glucosa y evitan fluctuaciones extremas.
Los alimentos con un IG bajo (≤55) y una CG baja (≤10), ilustrados por la curva verde (Figura 1), tienen solo un impacto mínimo en los niveles de azúcar en sangre e insulina.
El aumento gradual y la disponibilidad sostenida de glucosa, característico de los alimentos ricos en fibra y carbohidratos complejos, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y a minimizar la liberación excesiva de insulina, favoreciendo la salud metabólica.
Sin embargo, el IG y la CG por sí solos no son suficientes para tomar decisiones nutricionales: solo una evaluación compleja de la composición, la densidad de nutrientes y la respuesta individual puede crear realmente una dieta eficaz.