
Ayuno, ayuno intermitente
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Las investigaciones de las últimas décadas han puesto de relieve aún más el mecanismo del ayuno, o la llamada AUTOFAGIA.
Esta palabra griega significa autodigestión, que es cuando nuestras células descomponen los componentes celulares que ya no funcionan correctamente y los reutilizan o producen energía a partir de ellos.
El mayor avance en el contexto fisiológico del proceso de renovación celular lo produjo la investigación sobre la autofagia del biólogo celular japonés Ohsumi Yoshinori, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2016.
Con el tiempo, algunos componentes de la célula, principalmente las proteínas, se cansan y desgastan y, por lo tanto, no pueden realizar sus funciones normales.
La autofagia es un proceso autodestructivo celular, durante el cual los componentes celulares innecesarios y dañados se degradan mediante un mecanismo enzimático. Esto libera energía y materiales que pueden utilizarse para construir nuevas células.
Esto está relacionado con el ayuno en el sentido de que la producción de ciertas hormonas (por ejemplo, el glucagón liberado durante el ayuno) y el efecto combinado de otras hormonas pueden estimular el proceso de autofagia, promoviendo así la renovación celular.
Si la concentración de glucosa en sangre es demasiado baja (por debajo de 3,9–4,0 mmol/L), el páncreas secreta una hormona llamada glucagón, que activa el hígado para descomponer el glucógeno almacenado en glucosa. Esta glucosa se libera a la sangre, elevando el nivel de azúcar en sangre.
El ayuno también estimula la producción de la hormona del crecimiento y ambas producen la renovación celular.
En pocas palabras, es como llevar tu coche a un taller donde sustituyen algunas piezas para renovar todo el vehículo.
Se trata de un mecanismo muy finamente regulado del cuerpo, mediante el cual el cuerpo se deshace de patógenos (virus, hongos, bacterias), partes celulares defectuosas y proteínas desgastadas, membranas celulares, componentes celulares y orgánulos celulares que ya no cumplen su función dentro de la célula.
Por lo tanto, se trata de un proceso que favorece la renovación celular , lo que desempeña un papel importante en el mantenimiento del metabolismo celular normal, la prevención de enfermedades y el retraso del envejecimiento.
Durante el proceso, la descomposición de las partes utilizadas se produce en liposomas (orgánulos celulares) especializados en la descomposición de proteínas con la ayuda de diversas enzimas.
Las partes descompuestas luego se transportan al hígado, donde se reutilizan o se utilizan para la producción de energía.
Esto permite que las proteínas mal plegadas se conviertan en proteínas normales.
La ilustración muestra la fusión de un liposoma (esquina superior izquierda) y un autofagosoma durante el proceso de autofagia:

La autofagia es un mecanismo natural de limpieza y regeneración celular que contribuye a la capacidad del cuerpo para sanarse, especialmente con la edad. Este antiguo proceso biológico favorece la renovación celular saludable y la limpieza interna.
El proceso puede comenzar incluso durante un ayuno de 14-16 horas , si no ingerimos nutrientes, sino que sólo reponemos líquidos.
Sin embargo, comer (niveles elevados de glucosa e insulina) lo detiene. Por lo tanto, el ayuno con jugos o las dietas de restricción calórica no ayudan.
También se ha demostrado que el ayuno intermitente reduce los niveles de glucosa e insulina en ayunas, además de reducir el colesterol y la presión arterial .
La autofagia no sólo ocurre en el hígado, sino también en la grasa, el CEREBRO y los MÚSCULOS.
La autofagia también juega un papel importante en el mantenimiento de la salud del cerebro y la reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
A través de la autofagia, las células cerebrales son capaces de eliminar componentes celulares y proteínas dañadas, lo que contribuye a la protección de las neuronas y a la regeneración celular.
Las investigaciones muestran que la desregulación de la autofagia (el proceso fuera de control) está asociada con el desarrollo de enfermedades cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson.
El funcionamiento adecuado de la autofagia juega un papel importante en la salud del sistema nervioso y en el mantenimiento de las FUNCIONES COGNITIVAS.
Las funciones cognitivas son las capacidades del cerebro para procesar información, aprender, recordar, tomar decisiones, resolver problemas y comunicarse. Estas funciones abarcan diversas áreas:
- Memoria: almacenar y recordar información del pasado.
- Atención: mantener y dirigir la atención a la información.
- Percepción: la percepción e interpretación del mundo externo utilizando los sentidos .
- Lenguaje: comprensión y expresión oral, escrita y lectora.
- Pensar: procesar, interpretar y reconocer conexiones entre la información.
- Comprensión: interpretar información, reconocer relaciones entre diferentes conceptos .
- Toma de decisiones: evaluar y elegir alternativas.
- Resolución de problemas: comprender un problema dado y desarrollar una solución efectiva para él.
Estas funciones cognitivas son complejas y trabajan juntas para permitir que las personas piensen con eficacia, aprendan y lleven a cabo su vida diaria.
Las funciones cognitivas pueden cambiar con la edad y como resultado de diversas enfermedades o lesiones.
El ayuno aumenta los niveles del factor de crecimiento derivado del cerebro en el cuerpo.
El AENF protege las células nerviosas haciéndolas más resistentes a varios tipos de daño.
El AENF también fortalece las sinapsis (la estructura entre las células nerviosas a través de la cual se transmite la información) y estimula la formación de nuevas células nerviosas y nuevas sinapsis.
Al limpiar nuestras células cerebrales podemos mejorar nuestra memoria y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurológicas como el Alzheimer o el Parkinson.
Este proceso de control de calidad es especialmente importante para las células cerebrales.
Si la autofagia funciona bien, protege las células nerviosas y ralentiza la progresión de las enfermedades neurodegenerativas mencionadas.
Y viceversa; si la autofagia no funciona o no funciona correctamente, entonces la persona se enferma.
Aunque durante el ayuno no obtenemos proteínas, la concentración de aminoácidos en nuestra sangre y tejidos permanece más o menos inalterada porque los aminoácidos degradados durante la autofagia se liberan en el líquido intracelular y se reciclan allí: a partir de ellos se producen nuevas proteínas, que se incorporan o se reutilizan como fuente de energía.
Autofagia en los músculos
El papel y el efecto de la autofagia en los tejidos musculares es particularmente importante, ya que los músculos funcionan utilizando grandes cantidades de energía y a menudo están expuestos a diversos factores estresantes, como el ejercicio o las lesiones.
Algunos efectos importantes resumidos:
- Regeneración muscular y recuperación de lesiones.
La autofagia permite la eliminación de células musculares dañadas o deterioradas, promoviendo así la regeneración muscular y la curación de lesiones.
- Mantener la masa muscular y la fuerza:
La autofagia juega un papel en el mantenimiento de la masa y la fuerza muscular al ayudar a mantener las reservas de proteínas y energía en las células musculares en niveles óptimos.
- Regulación de la síntesis de proteínas (formación de proteínas a partir de aminoácidos):
La autofagia regula la síntesis de proteínas en los tejidos musculares, lo cual es importante para el metabolismo celular y el suministro de energía.
- Reducir el estrés oxidativo:
La autofagia ayuda a reducir el estrés oxidativo en el tejido muscular, que puede causar daños significativos a los músculos, especialmente durante el ejercicio intenso o una lesión.
Por lo tanto, la autofagia juega un papel clave en el mantenimiento y la mejora de la salud y el rendimiento de los tejidos musculares.
Apoyar su correcto funcionamiento es importante para el rendimiento deportivo, el desarrollo muscular y la salud en general.
Un estudio en ratones también descubrió que los ratones en ayunas evitaron la pérdida de masa muscular que ocurre con el envejecimiento normal.
Sin embargo, la activación EXCESIVA de la autofagia durante un largo período de tiempo también puede afectar negativamente al tejido muscular:
También puede provocar pérdida o daño a la masa muscular.
Cuando nuestro cuerpo y todas nuestras células se encuentran bajo estrés crónico, se producen cambios que pueden afectar negativamente la autofagia. Por lo tanto, necesitamos vivir de una manera que mantenga nuestras células "felices".
La capacidad de autofagia disminuye con la edad. En la vejez, el nivel de daño molecular se vuelve predominante y la capacidad de las células para limpiarse y autolimpiarse se ve afectada.
La autofagia es en realidad un sistema regulador central del proceso de envejecimiento.
¡Casi todos los 500 genes conocidos hoy en día que aumentan la esperanza de vida ejercen su efecto a través del sistema de autofagia!
También es esencial para el crecimiento celular y el proceso de regeneración de tejidos.
Esto último es bastante ilustrativo.
Los peces cebra utilizados en los experimentos son capaces de regenerar su aleta caudal si se la cortan (amputan).
En ELTE se ha demostrado que al desactivar los genes de autofagia, las colas de los peces no vuelven a crecer y no pueden regenerarse.
¿Por qué es esto importante?
Al influir en los sistemas autofágicos, se puede acelerar la regeneración celular , lo que puede ser significativo en la cicatrización de heridas o incluso en el tratamiento del infarto.
Resumen
Aplanar la curva de glucosa y, por tanto, de insulina, el ayuno intermitente, el ejercicio y la reducción del estrés son herramientas eficaces para prevenir el envejecimiento y el cáncer.
Por último, aquí hay una caricatura divertida sobre lo que sucedería si nuestros cerebros decidieran que en un "hermoso día" todos ayunarían durante 36 horas: