
Ingesta de líquidos durante las comidas
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El consumo moderado pero regular de líquidos durante las comidas es más beneficioso para los niveles de azúcar en sangre que beber muy poca o beber demasiada agua rápidamente.
Ambos extremos pueden tener un impacto negativo en el equilibrio del azúcar en la sangre.
Beber poco líquido
- La baja ingesta de líquidos produce una mayor concentración de glucosa en sangre, lo que puede aumentar los niveles de azúcar en sangre porque la glucosa está presente en un volumen menor.
- A largo plazo, el consumo crónico de agua aumenta el riesgo de diabetes y otros trastornos metabólicos.
- Sin hidratación, los órganos excretores (riñones) son menos efectivos para eliminar el exceso de glucosa.

Ingesta excesiva de líquidos durante las comidas
- Beber grandes cantidades de agua a la vez puede diluir las enzimas digestivas, lo que ralentiza la digestión y afecta la absorción de nutrientes.
- Beber grandes cantidades de líquido rápidamente puede reducir temporalmente el apetito, pero no mejora la regulación del azúcar en sangre y supone una carga excesiva para los riñones, el estómago y los pulmones.
- Se recomienda tomar algunos sorbos de agua durante las comidas, de forma continua, no todos a la vez, para favorecer la digestión y evitar fluctuaciones del azúcar en sangre.
Ingesta óptima de líquidos
- Se recomienda beber una cantidad adecuada de agua limpia (normalmente 1,5–2,5 litros) al día, distribuida uniformemente, incluso durante las comidas.
- En un cuerpo bien hidratado, la relación glucosa-agua es óptima, por lo que las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre son moderadas.
- Una cantidad moderada de agua (unos sorbos) durante las comidas favorece la digestión pero no provoca un aumento del azúcar en sangre.
Resumen
- Baja ingesta de líquidos: el azúcar en sangre se concentra, aumenta, el metabolismo se deteriora.
- Demasiada agua de una vez: la digestión empeora, el apetito disminuye, pero el control del azúcar en sangre no mejora.
- Consumo moderado y constante de agua: ayuda a mantener niveles saludables de azúcar en sangre durante las comidas.
La práctica ideal y saludable es beber cantidades moderadas de agua con las comidas, lo que favorece la digestión y estabiliza los niveles de azúcar en sangre.
Otra gran ayuda para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre es el edulcorante alulosa .